Compré el nuevo limpiador líquido Poett Déjà vu, porque prometía volver a las fragancias de la infancia. Antes de abrirlo, esperé con ansias encontrarme con el olor del jazminero del abuelo, con el del bizcochuelo de mamá, con el de las suelas de los championes Bubblegummers, con el de mi almohadita azul, con el olor que me dejaban los manillares de la bici en las manos.
Cuando lo destapé nada de eso surgió. Sólo un olor artificial que me generó el déjà vu de un baño de hospital. Ya me estoy comunicando con el Servicio al Consumidor.
6 comentarios:
yo tambien!!
jua!
Yo no llegué a comprarlo...pero confieso que abrí uno bien rapidito, agazapada en la góndola de limpieza del super.
Esperaba con ansia que oliera a Rollitos Van Dam de frutilla. Pero no.
Y bué...capaz era demasiado bueno para ser verdad.
¡Rollitos Van Dam! Ese si sería un éxito aromático.
Publicidad! ._.
No existe la fragancia "Flores del Mal"?
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